Desde el año 2017 Camilo Yáñez ha realizado una serie de collages irregulares de gran formato utilizando como soporte las bolsas de papel kraft con las que habitualmente se despacha mercadería a domicilio. Aquella serie se radicalizó a partir del año 2020 debido a la pandemia de COVID, la restricción de movimiento y las cuarentenas. El encierro social a escala global generó que el despacho de víveres a domicilios -y su entrega en bolsas de papel- aumentará exponencialmente. Día tras día, alguna casa en alguna capital del mundo, pedía alimentos y enseres de subsistencia provocando el efecto residual acumulativo de cientos de bolsas de papel kraft arrumbadas en los no lugares más cercanos. Así nació la serie EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO (nombre que cita la histórica novela de Marcel Proust) cuya idea medular persigue el registro “visual” sobre el transcurrir, el acontecer y el suceder en un contexto de encierro físico y mental.

 Camilo Yáñez toma esta idea del escritor francés: tratar de traducir y registrar lo que se piensa a la velocidad del pensamiento. Yáñez opera con esta autodefinición de trabajo para fijar su mirada sobre los sucesos que han conformado las últimas décadas de la sociedad chilena y latinoamericana. Sobre las bolsas de papel kraft resignificadas se pintan y se adhieren muy disimiles materiales con “neopren”: trozos de enciclopedias, láminas impresas de una biblia ilustrada del siglo XIX, trozos de revistas de moda y manuales de maquinarias en papel couché, flores plásticas, trozos de cerámica, flechas, brújulas, mapas, reglas y elementos ópticos. Hay fragmentos de textos, trozos de titulares, publicidad de museos, partes de noticias, caricaturas, gráficos sobre el cambio climático, garabatos, diagramas y palabras. Un cadáver exquisito, un rompecabezas mural que el espectador debe recorrer con la mirada, un sistema de imágenes paradójico y disonante que busca calcar -como ejercicio visual- el acontecer real y subjetivo que habitamos.